A 30 de junio 2025, la Seguridad Social mantiene en vigor más de 2,6 millones de pensiones por viudedad y orfandad. Estas prestaciones, destinadas a ofrecer estabilidad económica tras el fallecimiento de un familiar directo, siguen siendo un pilar esencial, aunque en muchos casos resultan insuficientes para cubrir todas las necesidades de las personas beneficiarias.

En cuanto al número de pensiones, observamos una ligera pero constante disminución. En viudedad, se han reducido en cerca de 8.500 desde 2022, mientras que, en orfandad, la bajada es de algo más de 2.000. Esta tendencia, aunque no drástica, refleja el envejecimiento de la población y ciertos ajustes demográficos. No obstante, el volumen se mantiene alto, lo que demuestra que estas contingencias siguen afectando a muchas familias cada año.
En los últimos tres años, la pensión media de viudedad ha aumentado un 20,09% (de 778€ a 935€), y la de orfandad un 20,18% (de 438€ a 526€). No obstante, este crecimiento, aunque relevante, puede no ser suficiente para garantizar una calidad de vida adecuada, especialmente cuando el hogar depende en gran parte de esa pensión.
Además, el hecho de que el número de pensiones se mantenga estable en valores tan altos nos recuerda una realidad que a veces se quiere evitar: estas situaciones ocurren. Y cuando suceden, es mejor estar prevenidos.
Solución: protección frente a lo inesperado
La muerte de un cónyuge o progenitor no solo genera una pérdida emocional, sino también un fuerte impacto económico. Las pensiones públicas actúan como “colchón”, pero no siempre cubren el nivel de ingresos previo ni permiten sostener proyectos familiares a largo plazo.
Contar con seguros de vida u otras coberturas complementarias permite reforzar la estabilidad económica en momentos críticos. Estas herramientas aseguran:
- Una renta complementaria para mantener la calidad de vida.
- Recursos inmediatos para cubrir gastos imprevistos.
- Tranquilidad para afrontar el futuro sin sobresaltos económicos.
La combinación de previsión pública y soluciones aseguradoras privadas es la fórmula más sólida para proteger a las familias y asegurar la continuidad de su bienestar.
Cuanto antes se planifique, mayor será la capacidad de respuesta ante lo inesperado.



